Marcos 10-17. Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
18. Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios.
19. Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre.
20. El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud.
21. Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.
22. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Este relato siempre me ha parecido hermoso, mas hermoso aún cuando profundicé en él, ya que veo a un Jesús entregado a un jóven que teniéndolo todo para llevar una vida pecaminosa, deleitándose con todas sus riquezas y su estatus social, mas este jóven amaba la ley, y por ende a Dios.
La cuestión es que este jóven supo ver en Jesús algo mas que lo que una mente carnal podía ver, y estoy seguro que este jóven sentía gran inquietud por ser mas perfecto, ya que no conociendo la gracia la ley le subyugaba y dominaba, y buscó en Jesús la manera de subir un peldaño, llegar a otro nivel, y se encontró la oportunidad de su vida, el Maestro le invitó a ser un discípulo suyo, y no uno del tipo de los setenta, sino uno de los allegados a El.
Jesús encontró mucha nobleza en este jóven , de ahí que la palabra exprese que Jesús le miró y le amó, y me encanta ese texto, Jesús encontró agrado en este jóven, y le descubrió la gracia plena, la gracia que aún no había sido implantada por estar vigente su ministerio en la tierra, Jesús le pidió todo y le ofreció mucho mas de lo que le pidió, mas este jóven encontró muy grande la saya, que pena, no es cualquier cosa ser invitado a ser un apóstol del Señor.
Asímismo hermanos cuanto mas te pida el Señor, mas altas son las riquezas con las que quiere colmarte, que delicia es que Dios se muestre exigente con uno, que honor que el Señor vea en nosotros algo con lo que trabajar y hacernos mejores, que bonito es.
Bendiciones.