¡Oh Señor Dios Todopoderoso! Tú conoces mi corazón y mis pensamientos y sabes cómo me deleito en admirar Tus obras y cómo ha llenado mi vida cuando has mirado a este minúsculo ser de la tierra entre los hombres para hacerme saber algo. Y he pensado ¿Quién soy yo? un ser lleno de defectos y si hay virtudes te pertenecen porque ¿de quién es la obra sino del diseñador?. Mi corazón alegre aún en las dificultades temporales ve cada momento de felicidad como un gran regalo que sé apreciar. Mis ojos se humedecen al verter mi agradecimiento en alabanza sublime que quiero recibas y canto alabanza ahora: ¡Aleluya, Aleluya, Aleluya, Aleluya! y las canto en las mañanas cuando escucho el trinar fiel de los pajaritos. Entono así en la quietud del alba aquel viejo coro que alguien agradecido e inspirado por la misma hermosura del despertar del día compuso: "Demos gracias al Señor, demos gracias/ demos gracias por Su amor/ Por la mañana las aves cantan sus alabanzas a Cristo el Salvador/ Y tú, amigo,¿por qué no cantas tus alabanzas a Cristo el Salvador?".
Yo prefiero decir: Y tú amigo, conmigo canta tus alabanzas a Cristo el Salvador...entendiendo el llamado del autor del coro a quienes no te conocen;pero rendido a mi deseo de poner todas las cosas a Tus pies. En este presente, en esta tardemojada por la lluvia: te digo: ¡Gracias Señor, muchas gracias!