La mentira del profeta

Este es un tema que escribo con confirmación de Dios que debo escribirlo, es bueno saber que las mentiras tienen un origen espiritual, y que en la boca del profeta se pueden desatar tremendos desastres.

Imaginemos un profeta que tiene un horno en su casa, y viene alguien con conducta conocida de abusador diciendo: Préstame tu horno para hacer una torta. El profeta no quiere y para no pasar por desagradable dice: No se puede usar porque tiene una fuga.

¿Qué ha pasado? Dijo una mentira, es probable que haya atado el hecho sobre el horno.

Y además está pecando, por decir falso testimonio y por rechazar algo que le piden (ver mandamiento del Señor Jesús).


Ahora, en la biblia hubo profetas que dijeron falso testimonio. ¡SÍ! Mintieron. Mencionaré algunos 3:


Eliseo y Hazael. (2 Reyes 8 )

Eliseo llega a Damasco (Siria) y el rey Ben-hadad estaba enfermo; entonces el rey mandó a Hazael al profeta para preguntarle si sobreviviría a esa enfermedad. Hazael va con regalos a Eliseo y le hace la pregunta. La respuesta de Eliseo fue:
Ve y dile que sobrevivirá a su enfermedad, aunque el Señor me ha hecho saber que de todos modos va a morir.

¿Por qué Eliseo le dice que mienta? Pues de seguro sabrán el resto de la historia. En realidad Eliseo mintió y luego DIJO LA VERDAD. Hazael fue y le dijo a Ben-hadad que no moriría, y luego lo mató ahogándolo con una sábana mojada. Aquí hay una soberana verdad, pues el rey no moriría por la enfermedad (dile que sobrevivirá a su enfermedad), más si moriría por otra causa, pero ese mensaje era para Hazael y no para el rey (aunque el Señor me ha hecho saber que de todos modos va a morir).


El profeta de Judá y el profeta anciano (1 Reyes 13)

En esta historia, un profeta de Judá fue enviado a hacer señales prodigiosas contra Jeroboam. Pero el mandato de Dios para el profeta fue: No comas pan ni bebas agua ni regreses por el mismo camino por el que has ido.

El profeta hizo las señales a Jeroboam y se devolvió por otro camino. En esa vía le sale un profeta anciano diciéndole que un ángel le había mandado para decirle al profeta en ayuno que se fuera para su casa y comiera, pero era mentira. El profeta judío escuchó y lo siguió. Estando en su casa, el anciano recibió palabra del Señor y le dijo al otro profeta:

El Señor ha dicho que por haber tú desobedecido las órdenes que te dio, pues te volviste para comer y beber donde el
Señor te ordenó que no lo hicieras, no reposará tu cuerpo en el sepulcro
de tus antepasados.


Luego el profeta de Judá se fue y en el camino un león lo mató.

En este caso vemos que un verdadero profeta de Dios miente, para un propósito de Dios, pero luego declara la verdad, al igual que Eliseo. Dejemos la enseñanza para luego y sigamos con la otra historia.


Por último, una mentira de Jeremías (Jer 38):

Jeremías estaba preso en casa de un tal Jonathan escriba que había sido tomada como cárcel. Sedequías reinaba sobre Judá y había mandado a poner preso a Jeremías por consejo de sus siervos. Jeremías ya había profetizado lo que iba a suceder: Nabucodonosor iba a la guerra contra Jerusalem y serían deportados a Babilonia o morirían por la espada del ejército. Sedequías mandó a llamar nuevamente a Jeremías para preguntarle qué sucedería. Después de repetirle Jeremias las palabras del Señor, Sedequías contesta:

Si en algo aprecias tu vida, no hables de esto con nadie. Si los funcionarios llegan a saber que he
estado hablando contigo, vendrán y te preguntarán qué me dijiste y qué
te dije yo; y con la promesa de salvarte la vida, te pedirán que se lo
cuentes todo. Pero tú respóndeles que solo me estabas suplicando que no te mandara de nuevo a la casa de Jonatán, para no morir allí. En efecto, todos los funcionarios fueron a ver
a Jeremías y le hicieron preguntas, pero él les respondió exactamente
lo que el rey le había ordenado.

Jeremías mintió.

¿Pero en qué afectó esto? La palabra que dijo Jeremías a Sedequías ya las había dicho delante de todos en el capítulo anterior, y por ello fue llevado preso. Jeremías no negó la Palabra de Dios ni tampoco fue enviado a repetirla al pueblo, sino al rey. En conclusión, no hay mentiras en el ministerio del profeta, aunque si en su conducta personal para salvar su vida.




Ahora les voy a exponer la mentira en boca del profeta que sí causa el mal

Existía un profeta aparte de Moisés durante el éxodo Israelí, el cual fue Balaam. Dios sabía la importancia de la bendición o maldición que saliera de la boca de Balaam, por eso evitó que pronunciara maldición a Israel.

La mentira es un lazo que ata. Para atar un caballo libre, primero se lanza la soga con un nudo formando un círculo más grande que el cuello, pero luego se hala de la cuerda y el circulo se cierra hasta atrapar el cuello del caballo y amarrarlo para dominarlo. Así es la mentira en la boca del profeta, viene por dos vías:

1. La mentira viene al pensamiento. Como hombres y mujeres tenemos libertad de decir lo que queramos, como el caballo libre de ir adonde quiera. Pero si no huimos del cazador terminamos enlazados. Hay que evitar este pensamiento.

2. Una vez pronunciada la mentira, el lazo se cierra y se genera la atadura. La mentira engendra la maldición. Cuando tenemos que mentir ante una persona, las palabras pronunciadas podrán ser por pecado y no de parte de Dios, pero nos fue dado un poder, si, somos poderosos con nuestras palabras. En la lengua están la vida y la muerte dice la Palabra, la lengua es un pequeño órgano que se jacta de su grandeza, un pequeño timón que guía un gran barco. El maligno tratará de engañarnos para usar nuestras lenguas para la maldición; pero él tendrá que usar el engaño, nunca tendrá influencia sobre nosotros. ¡No!

El mal no influye, engaña. Es una palabra que me dió el Señor.

Así que sólo podrá engañarnos para que caigamos en su lazo.

Al mentir, piensa bien ¿Pronunciaré una mentira de parte de Dios, como los profetas Eliseo o el profeta anciano? ¿O pronunciaré una maldición y pecaré dando falso testimonio?


El profeta judío fue devorado por un león. Así será el profeta que no siga el mandamiento dado por Dios, será asesinado por Satanás; aunque sus palabras seguirán en pie y serán verdad.


De mi parte hay mucho que sacar, quién sabrá la cantidad de cosas que he atado con esta boca diciendo mentiras, pero oré al Señor para que la maldición no llegara a tocarme, sino antes me revelara la causa para poder ser libre, esa oración está produciendo frutos buenos. No mintamos a menos que sea de parte de Dios para luego mostrar la verdad. La mentira es jugar con fuego, y no pentecostal. Fuimos puestos como veraces, para decir la verdad y no para mentir, todo nuestro ministerio será reconocido por la verdad, una sola mentira puede humillar al profeta y entregarlo al león satanás.

Señor, extiende el carbón encendido de Tu Espíritu sobre nuestras bocas, para que sea limpiada de toda mentira e inmundicia, y que nuestro corazón sea revestido por tu Verdad, para que pronunciemos con abundancia las verdades de Jehová, y no halla más palabras necias ni ataduras malignas, comprendemos la responsabilidad que tenemos contigo y con nuestros hermanos y con nosotros mismos, ayúdanos en nuestro mal y conviértenos de nuestro pecado, haznos caminar rectamente como Tu Hijo el Señor Jesús, y a declarar las verdades que nos des y las que hemos aprendido en tu Camino. Amén, no se aparte de nosotros tu Santo Espíritu.

Muy interesante.
Siempre he dicho esto:
Ellos no mintieron; simplemente ocultaron la verdad.
Creo que la mentira como tal es un estado en el que se oculta la verdad para causar un daño o procurar un bien en un provecho en perjuicio ajeno.

Veamos el caso de Rahab la ramera cuando escondió a los espías y negó haberlos visto.
A mi modo de entender las cosas, ella no ocultó la verdad para beneficiarse en perjuicio de otros.

Alguien diría: pero perjudicó a su pueblo. No importa si benefició a la causa de Dios.

Si ocultar la verdad (noten que no digo: mentir que considero otra cosa como ya expliqué)implica recibir como beneficio la bendición de Dios, es cosa que a Dios agrada. Ahí está el caso de Jacob y el caso del viejo profeta que quiso beneficiarse al tener en su casa a un gran profeta ( honrar a un profeta tiene su recompensa)
Noten esto: Dios no aprueba al hombre el alabarse a sí mismo; pero expresa:

Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová. (Jeremías 9:24)

Amen!!

Sacad otra conclusión de este pasaje en Mateo 12:

¹ En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en un día de reposo; y sus discípulos tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer. ² Viéndolo los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo. ³ Pero él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre; ⁴ cómo entró en la casa de Dios, y comió los panes de la proposición, que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes? ⁵ ¿O no habéis leído en la ley, cómo en el día de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo, y son sin culpa? ⁶ Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí. ⁷ Y si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes; ⁸ porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo.

Voz en el desierto escribió:

Sacad otra conclusión de este pasaje en Mateo 12:

¹ En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en un día de reposo; y sus discípulos tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer. ² Viéndolo los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo. ³ Pero él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre; ⁴ cómo entró en la casa de Dios, y comió los panes de la proposición, que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes? ⁵ ¿O no habéis leído en la ley, cómo en el día de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo, y son sin culpa? ⁶ Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí. ⁷ Y si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes; ⁸ porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo.

Mhh... He pensado mucho en eso, lo que entendí es lo que leí, que Dios le dió esa ley (junto con el divorcio y demás cosas) a los hombres por la dureza de su corazón. Aunque es una señal profética, el reposo eterno en el Señor llega en el séptimo día, allí el hombre descansa de todas sus obras y no tiene que recoger alimentos.