Es un mensaje ímpactante. Tremendo. Cuanta razón tiene !!.
A los que estamos aún vívos; es tiempo de cambiar. Arrepentirse de la mundalidad y vívir una vida santa. Cuantas cosas hacemos que desagradan a Dios.
Con razón no hacemos ímpacto en el mundo.
Quebrantemonos, humíllemonos delante del Señor.
Limpiemos nuestro camino.