Generalmente no alabamos ni bendecimos.
Cuando creemos alabar a Dios mientras oramos, prácticamente no lo hacemos, pues generalmente decimos: Te alabo Señor o Alábete toda la tierra. En fin, al decir lo primero no concreto la alabanza y al decir lo segundo, sólo deseo que los demás lo hagan. Lo mismo ocurre cuando decimos: Dios te bendiga. Sólo estamos diciendo que Dios lo haga cuando debemos hacerlo nosotros. De hecho la alabanza es una forma de bendición
bendecir. (Del lat. benedicĕre). tr. Alabar, engrandecer, ensalzar.
Bendecir es decir bien; así que debe decirse qué es lo bueno; entonces más que decir Dios te bendiga (que no está mal desearlo) debo decir, por ejemplo:
“Que Dios te guarde y que todas las cosas te salgan bien. Que tu propósito sea cumplido”.
En mi país, Venezuela se acostumbra que cada pariente pida la bendición a sus padres y tíos. En la mañana, a la salida, a la llegada. Si no se hace, se ve mal. Antes, nuestros padres bendecían así:
“Dios te lleve con bien. Que te proteja por el camino”, etc.
Ahora no se expresa la bendición; sólo se dice: Dios te bendiga. Esto me recuerda a aquel pasaje bíblico que dice que si le decimos a alguien: Dios te provea y no le proveemos…no hemos hecho lo debido. Decir Dios te bendiga a alguien que espera le demos comida es decirle: que Dios te la dé.
Un ejemplo de alabanza a Dios es:
“Grande Eres Señor Omnipotente. Majestuosa la obra de Tus manos. Por Tu palabra fueron abiertos los mares para que pasara en seco Tu pueblo. Por Tu palabra el sol fue hecho y su lumbre no se consume hasta que sea tu propia lumbre la que brille. Cada ave que vuela, cada flor en primavera, cada mariposa en su alegre vuelo, deja ver cuán grandes son tus pensamientos: es belleza incomparable”.
Así hemos bendecido a Dios y a Él le agrada escuchar la alabanza. Es lo único que podemos crear para regalarle, ya que todo lo demás lo hizo Él.
Lun Ene 05, 2009 9:12 am
