Yo
podría decirle a Dios: Gracias, Señor por haberme dado la vista; pero
pensándolo bien: ¿Quién soy yo sin vista?...al parecer sigo siendo yo,
pero ciego.
Podría decirle: Gracias por haberme dado las manos y los
pies y...¿quién sería yo sin pies y manos ?... pues yo mismo, sin
extremidades...Y así y así podría estar con otro corazón y seguir siendo
yo, considerando aquella expresión de René Descartes:
Pienso, por lo tanto existo. ¿Acaso soy en esencia...cabeza? Pero es
que aún sin cabeza y sin cuerpo sigo siendo espíritu y así estar
consciente...Y si soy espíritu, entonces es el espíritu quien tiene al
cuerpo, no el cuerpo al espíritu. Y si me fuera quitado el espíritu
¿tendría sentido decir lo que dije: "me fue quitado el espíritu" pues
quien sería yo para tener algo si la final existencia es el espíritu?
¿alguna entidad más etérea que el espíritu... No, pues mi límite sería
el espíritu ... el final paso entre Dios y el hombre.
Así pues nadaes
el hombre y nada tiene y si dice tener algo. es sólo convencionalismo
efímero. Soy un sistema de cosas en sana interacción...como un aitomóvil
es un automóvil si tiene un motor, unos cauchos, unos asientos un
sistema de inyección o un carburador, un sistema de escape, etc. Un
carro sin carburador, sería un carro aunque sin poder avanzar y...
¿Cuántas cosas habría de quitarle para llegar al límite en que deje de
ser carro?
Andamos felices porque cada parte de nuestro (¿nuestro?)
complejo organismo funciona como lo diseñó originalmente el único y
verdadero dueño: Dios
...Por todo esto, el hombre debería antes de sobrecreerse algo y actuar
con soberbia, considerar que hoy puede estar vociferando cosas en
contra de sus semejantes y a los pocos meses ser un esqueleto que se
desintegra en un solitario cajón. Esos pocos meses son una constante o
inexorabilidad que siempre se cuenta y se contará en cada vida al
colocar este intervalo al final de su corta existencia; allí sólo será
un chasis oxidado de un carro que una vez fue lindo y nuevo y ahora lo
vemos en el fondo de algún precipicio en una carretera borrascosa. ¡Qué
útil sería para la humanidad analizar todo esto! ...como aquél que
cuenta todo su dinero y considera sus entradas a ver si puede asumir un
compromiso de riesgo; como aquel queune a su pasado y su presente la
variable de lo posible para ver lo que puede ser su futuro. ¿Entiende
ahora por qué está escrito por el hombre de más sabiduría:
Eclesiastés 7:2
Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque
aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive lo pondrá en su
corazón.
Todo hogar, toda institución escolar,todo centro de
trabajo, todo poder político debería considerar las verdades de
Dios...pero la insensatez del hombre quitó la religión en la pensa de
estudios y los centros espirituales les parece aburrido y pesimista
hablar de estas cosas...hasta que estén en un cajón o estén como el rico
en el relato bíblico, deseando que ahora sí se les hable a sus hermanos
de la final realidad.
Allí están ( o estuvieron) con su gran
poderío: Gengis Can, Alejandro el Grande (ahora es chiquitico o nada)
Napoleón, Hitler, Sadan Husein, Gadaffi, Pinochet, Fujimori...en muchos
de ellos sus huesos ahora son huesos entre los huesos de sus víctimas
para sostenerse en el poder que creyeron imperecedero.
El mejor
fruto de cada hombre de poder debería ser empezar a considerar lo que
es inexorable e inviolable o "inengañable" al modo de Gálatas 6:7 y
ubicarse en las últimas palabras de Eclesiatés 7:2 y poner todo el
versículo en su corazón. De este modo, en lugar de dar prioridad a sus
asesores económicos, políticos, militares etc, tener entre su alto
consejo pastores y profetas.
Palabra de Dios