Y el 22 de enero en Facebook escribí esto:
Aún no han salido los rayos del sol sobre Venezuela.
Los pájaros que anuncian el despuntar del alba
aún no nos dejan escuchar sus trinos.
Vienen a mi mente estas palabras que ahora escribo:
El marco está allí y siempre ha sido fiel
pues su rol se desarrolla tal cual el Altísimo se lo trazó;
y es así cada día: el sol alumbra fiel cada mañana,
los pájaros cantan fieles al irrumpir el alba;
no han cambiado el canto que Dios les dio
y el sol sigue brillando de siglo en siglo.
Sólo el hombre ha cambiado y se ha olvidado de sus preceptos
y de vez en vez Dios le conmueve las potencias celestes
alterando las lluvias , sacudiendo la tierra y el hombre no vuelve su
mirada a Dios; momentáneamente se asusta quien se asusta y
al volver
la normalidad, vuelve a sus malos caminos y se olvida de Dios
nuevamente. Aún los creyentes se han vuelto escépticos y creen en un
Dios encerrado en un libro; y dicen: Dios hizo esto y esto y cuando las
cosas suceden en su entorno, no ven al Dios vivo. Escuchan los
testimonios de quienes creen en el Dios que ahora se mueve y piensan:
eso es casualidad; es demasiado grande para ser real...y Dios para ellos
continúa en un libro que cada vez menos llevan bajo su brazo.
Han
hecho profesión de fe o han heredado ese legado. Se les enseñó que al
recibir al Señor ya son salvos aún si siguen siendo mentirosos, si
siguen engañando y quedándose con lo ajeno, aún si no oran y velan. Sus
líderes han visto más cómodo
hablarles del Dios de las bendiciones y
han hecho de la prosperidad su brújula. Cuando los profetas les señalan
el error, los apartan y les marcan y por esto han dejado de exhortar
pues no se les quiere anunciando Palabra de Dios que vaya a la raiz.
Entonces hacen realidad Miqueas 3:11
-¡Se han apartado de Dios! - decía un padre (ya fallecido) a su
hijo pastor- con esas nuevas doctrinas de falsa siembra, sólo buscan
dinero; han descuidado la grey. Y el pastor le responde: Papá eso qué
importa ¡hay mucha plata! Contó el mismo padre (expastor) que una vez
que escribió un libro en el Instituto Bíblico Central exhortando y sólo
faltó que los quemaran en acto público.
Crecen las iglesias
mientras se les predica de prosperidad y de finanzas, de crecimiento
personal psicológico y no se les sacude a volver a la senda antigua
¡Nadie quiere oir!
Y Dios actuará para depurar una iglesia que necesita.
y hombres de verde y rojo encarcelarán la verdad que hará falta volver a
leer y dirán: esto es aquello que anunciaron los profetas y no quisimos
oir.
Pero Dios en Su infinita misericordia escuchará los ruegos de
los justos y alterará los relojes dándole color al negro y al blanco que
marcan el luto y la escasez y la desolación no será tan larga.
Entonces se oirá en la madrugada el llanto de una niña y dirán los entendidos y apercibidos:
¡Ha nacido la nueva Venezuela!