Los Cielos y la Tierra
por Alexander Rodríguez
En el entendimiento popular, la Biblia profetiza la destrucción del planeta Tierra como parte del plan de Dios de restaurar todas las cosas. Esto en gran manera nace de un pasaje principalmente usado para sostener esta idea:
2Pe 3:10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón, en el cual los cielos pasarán con gran estruendo, y los elementos serán destruidos con fuego intenso, y la tierra y las obras que hay en ella serán quemadas. 2Pe 3:11 Puesto que todas estas cosas han de ser destruidas de esta manera, ¡qué clase de personas no debéis ser vosotros en santa conducta y en piedad,
2Pe 3:12 esperando y apresurando la venida del día de Dios, en el cual los cielos serán destruidos por fuego y los elementos se fundirán con intenso calor!
2Pe 3:13 Pero, según su promesa, nosotros esperamos nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales mora la justicia.
En nuestra mentalidad del siglo XXI, esto no pudiera estar más claro. Interpretamos que aquí se está anunciando que la tierra va a ser quemada, y que Dios va a traer una nueva creación en efecto.
Sin embargo, quisiera apelar al concepto hermenéutico de la relevancia de audiencia, es decir, que nos preguntemos seriamente qué pudieron interpretar los lectores de aquel tiempo y aquel contexto. Tomaremos las Escrituras como fundamento para armar una consciencia del trasfondo cultural en el cual Pedro hablaba.
Empecemos con examinar cómo Cristo utiliza "cielos y tierra":
Mateo 5:17 No penséis que he venido para abrogar la ley ó los profetas: no he venido para abrogar, sino á cumplir.
Mateo 5:18 Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas.
Según Cristo, el cielo y la tierra deberían ser deshechos, antes de que la ley (el Antiguo Pacto) pereciera. Pero si Cristo se estaba refiriendo a la estratosfera y al planeta, estos aún permanecen, y por tanto el Antiguo Pacto aún estuviera vigente plenamente.
Sin embargo, esto estaría en contradicción con la misión de Cristo, pues éste vino precisamente a instaurar el Nuevo Pacto (Mateo 26:28). Desglosado, usando el entendimiento popular, en el que cielo y tierra son definidos materialmente:
a) Cristo dijo que el Viejo Pacto no pasaría hasta que no pereciere el cielo y la tierra.
b) Sólo en el Nuevo Pacto, con la obsolescencia del Viejo, tendríamos misericordia.
c) El cielo y la tierra aún permanecen hoy día.
d) Por tanto, el Viejo Pacto sigue en efecto.
e) Aún no tenemos perdón por nuestros pecados.
A pesar de que la conclusión (e) es inevitable bajo el entendimiento popular, es contradictorio a las Escrituras, ya que estas indican que el Nuevo Pacto fue instaurado exitosamente por el Mesías. En análisis, debemos necesariamente concluir que la premisa (c) es falsa, o está basada en una definición errada y anti-Biblica de "cielos y tierra". Obviamente, en sentido material, no es falsa, ya que la estratosfera y el planeta siguen existiendo. Por ende, la única opción que pueda harmonizar con las Escrituras es que la definición popular de "cielos y tierra" es diferente a la definición Bíblica.
Pero entonces, ¿cuál es la definición Bíblica? Examinemos algunos pasajes para responder a esa pregunta.
Isa 51:15 Empero yo Jehová, que parto la mar, y suenan sus ondas, soy tu Dios, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos.
Isa 51:16 Y en tu boca he puesto mis palabras, y con la sombra de mi mano te cubrí, para que plantase los cielos y fundase la tierra, y que dijese á Sión: Pueblo mío eres tú.
Aquí Jehová en contexto está hablando sobre la identidad del pueblo a quien El escogió. El cierto modo, en estos dos versos ofrece una versión muy resumida del recuento de Exodo, en el que Dios partió el mar, puso sus palabras en la boca del pueblo (por medio de Moisés) y en Sion, le dijo que ese era Su pueblo.
Sin embargo, fíjense que Jehová, entre esos recuentos, incluye el plantar al cielo y fundar la tierra. Pero . . . ¿no había creado Jehová el planeta Tierra mucho antes, en el tiempo descrito en el libro de Génesis? Entonces, ¿por qué dice ahora que plantó el cielo y fundó la tierra en Sión?
La respuesta es clara e ineludible: "cielos y tierra" se refiere a la realidad del VIEJO PACTO, el cual Dios concertó con su pueblo en Sión. Allí fue donde Dios hizo una "creación", esto es, un orden en cuanto a la relación con el hombre, que sería su "cielo" y su "tierra", o su realidad plena, por así decirlo.
Veamos si este concepto es apoyado por otras Escrituras:
Deu 31:30 Entonces habló Moisés en oídos de toda la congregación de Israel las palabras de este cántico hasta acabarlo.
Deu 32:1 ESCUCHAD, cielos, y hablaré; Y oiga la tierra los dichos de mi boca.
¿Creen que Moisés le hablaba a objetos inanimados? ¿De qué le serviría hacer tal cosa, si el cielo ni la tierra pueden escuchar? Es más lógico deducir que Moisés le habla a los representantes del orden ya establecido por Dios. En el próximo pasaje se ve esto mucho más claramente.
Isa 1:1 VISION de Isaías hijo de Amoz, la cual vió sobre Judá y Jerusalem, en días de Uzzías, Jotham, Achâz y Ezechîas, reyes de Judá.
Isa 1:2 Oid, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y engrandecílos, y ellos se rebelaron contra mí.
[...]
Isa 1:10 Príncipes de Sodoma, oid la palabra de Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra.
Isa 1:11 ¿Para qué á mí, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de animales gruesos: no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.
Isaías aquí anuncia una profecía de reprimenda a Judá y Jerusalem (verso 1 y 11). En el verso 10 les dice "Sodoma y Gomorra", pero sabemos que no puede estar refiriéndose a la Sodoma y Gomorra real, ya que habían sido destruídos mucho antes. Les llama así espiritualmente a Judá y Jerusalen para simbolizar su gran rebeldía.
En el verso 2 Isaías identifica a su audiencia de igual forma que Moisés: "cielo y tierra". Sin embargo, en el verso 10, nos da más detalles sobre su audiencia (la cual es la misma en contexto). Nos dice que habla a los "príncipes" y al "pueblo" de ese orden. Por tanto, en contexto, "cielos y tierra" se refiere a los príncipes y al pueblo que estaban bajo ese orden (el Antiguo Pacto).
Para no extenderme demasiado, ofrezco sólo una más (aunque existen muchas más, recomiendo a todo estudiante serio que busque a través de las Escrituras y compruebe esto como hipótesis, por lo menos).
Hag 2:5 Según el pacto que concerté con vosotros a vuestra salida de Egipto, así mi espíritu estará en medio de vosotros: no temáis.
Hag 2:6 Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí á poco aun haré yo temblar los cielos y la tierra, y la mar y la seca:
Hag 2:7 Y haré temblar á todas las gentes, y vendrá el Deseado de todas las gentes; y henchiré esta casa de gloria, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Hag 2:8 Mía es la plata, y mío el oro, dice Jehová de los ejércitos.
Hag 2:9 La gloria de aquesta casa postrera será mayor que la de la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.
De manera muy obvia, el profeta Hageo está profetizando la instauración del Nuevo Pacto. Dice que su Espíritu estará en medio nuestro (verso 5), que vendrá el Deseado de todas las gentes (verso 7, obviamente el Mesías), que la gloria de aquella casa será mayor que la primera y que dará paz (verso 9). La manera en que lo simboliza es precisamente "haciendo temblar los cielos y la tierra". Bajo el entendimiento propuesto, Jehová hará "temblar" aquel fundamento del Viejo Pacto, para así traer el Nuevo.
Sorprendentemente, el autor de los Hebreos en el capítulo 12, precisamente un capítulo que contextualmente compara al Viejo Pacto con el Nuevo, hace una citación de este concepto en Hageo para fortalecer su punto de que el Viejo Pacto será removido.
Heb 12:25 Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que hablaba en la tierra, mucho menos [escaparemos] nosotros, si desecháramos al que habla desde los cielos.
Heb 12:26 La voz del cual entonces conmovió la tierra; mas ahora ha denunciado, diciendo: Aún una vez, y yo conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.
Heb 12:27 Y lo que dice: Aún una vez, declara el quitamiento de las cosas movibles, como de cosas hechizas, para que queden las que son firmes.
Heb 12:28 Así que, tomando el Reino inmóvil, retengamos la gracia por la cual sirvamos a Dios, agradándole con temor y reverencia.
Heb 12:29 Porque nuestro Dios es fuego consumidor.
Ahora bien, ¿qué tal de aquellos quienes quieren defender el "hiperliteralismo" de las Escrituras, diciendo que "si Dios dijo que destruiría la tierra con fuego, así ha de ser"? Esta hermenéutica hiper-literal necesariamente nos conduciría a creer que la tierra ha sido destruída muchas veces en el pasado, esto es, si se es consistente. Paso a dar mis razones, fundamentadas en las Escrituras.
Isa 13:1 CARGA de Babilonia, que vió Isaías, hijo de Amoz.
[...]
Isa 13:5 Vienen de lejana tierra, de lo postrero de los cielos, Jehová y los instrumentos de su furor, para destruir toda la tierra.
Isa 13:6 Aullad, porque cerca está el día de Jehová; vendrá como asolamiento del Todopoderoso.
[...]
Isa 13:9 He aquí el día de Jehová viene, crudo, y de saña y ardor de ira, para tornar la tierra en soledad, y raer de ella sus pecadores.
Isa 13:10 Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no derramarán su lumbre; y el sol se oscurecerá en naciendo, y la luna no echará su resplandor.
Isa 13:11 Y visitaré la maldad sobre el mundo, y sobre los impíos su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes.
Isa 13:12 Haré más precioso que el oro fino al varón, y más que el oro de Ophir al hombre.
Isa 13:13 Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación de Jehová de los ejércitos, y en el día de la ira de su furor.
[...]
Isa 13:17 He aquí que yo despierto contra ellos á los Medos, que no curarán de la plata, ni codiciarán oro.
Si los hiper-literalistas fueran consistentes, tendrían que defender la idea de que Dios, en el año 539a.c. destruyó la tierra y el cielo por completo, y también apagó la luna y el sol.
Esto haría gran violencia, no sólo a nuestro entendimiento de la realidad, ya que la luna y el sol aún brillan hoy día, sino al contexto del pasaje. Isaías no está profetizando destrucción de la naturaleza, sino la destrucción de Babilonia por parte de los Medos (verso 17).
Otro ejemplo:
Isa 24:3 Del todo será vaciada la tierra, y enteramente saqueada; porque Jehová ha pronunciado esta palabra.
Isa 24:4 Destruyóse, cayó la tierra; enfermó, cayó el mundo; enfermaron los altos pueblos de la tierra.
Isa 24:5 Y la tierra se inficionó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, rompieron el pacto sempiterno.
Isa 24:6 Por esta causa la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados; por esta causa fueron consumidos los habitantes de la tierra, y se disminuyeron los hombres.
[...]
Isa 24:19 Quebrantaráse del todo la tierra, enteramente desmenuzada será la tierra, en gran manera será la tierra conmovida.
Isa 24:20 Temblará la tierra vacilando como un borracho, y será removida como una choza; y agravaráse sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se levantará.
Otra vez, ¿destruyó Dios la tierra completa en ese tiempo? Al parecer no, pero lo que sí sucedió fue que Isaías profetizó que Nabucodonosor invadiría a Israel para destruír su "tierra", es decir, su realidad, su mundo.
Un último ejemplo:
Isa 34:3 Y los muertos de ellas serán arrojados, y de sus cadáveres se levantará hedor; y los montes se desleirán por la sangre de ellos.
Isa 34:4 Y todo el ejército de los cielos se corromperá, y plegarse han los cielos como un libro: y caerá todo su ejército, como se cae la hoja de la parra, y como se cae la de la higuera.
Isa 34:5 Porque en los cielos se embriagará mi espada: he aquí que descenderá sobre Edom en juicio, y sobre el pueblo de mi anatema.
Isa 34:6 Llena está de sangre la espada de Jehová, engrasada está de grosura, de sangre de corderos y de cabritos, de grosura de riñones de carneros: porque Jehová tiene sacrificios en Bosra, y grande matanza en tierra de Edom.
De nuevo, Jehová no está anunciando la destrucción de la estratosfera, sino el juicio sobre Edom.
CONTINUA .....