Hno. Huerta Moderador
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| Tema: Regresa a la cruz.... Jue Dic 24, 2009 6:53 pm | |
| Regresa a la cruz En éstas fechas, en las cuales la mayor parte de las personas celebran, se alegran, hacen fiestas, comen, beben, etc. las cuales hacen “relativamente” memoria al “nacimiento” de nuestro Señor Jesucristo (que no se discutirá la fecha de su nacimiento, ya que personalmente creemos que no fue en éstas épocas, pero ése no es el tema ahora), nosotros, como cristianos, debemos de tener una posición diferente tanto en nuestros corazones así como en las cosas que demostramos exteriormente.
Son momentos importantes para, en nuestras vidas, hacer memoria de las grandes cosas que El Señor ha hecho en nuestras vidas. Tal vez el ver en algún lugar, un nacimiento que represente la venida del Rey de Gloria a ésta tierra, tal vez lo pueda hacer un cántico, ¿quién sabe? La Biblia dice en Salmos 73:1 “Ciertamente ha sido bueno Dios para con Israel, para con los limpios de corazón”. Y la Palabra de Dios no puede mentirnos, verdaderamente no puede hacerlo. Pues, si hacemos un pequeño esfuerzo, podemos traer a la memoria muchas cosas que El Señor ha hecho en nuestras vidas, ¿qué persona que viva en Cristo puede decir que Dios no ha hecho algo en su vida? Porque si dice que no, probablemente no conozca a Dios.
La Biblia relata repetitiva mente el proceso por el cual ha pasado el pueblo de Israel y el proceso mediante el cual suelen pasar muchas personas, en cómo pasan de tener momentos de confianza en Dios y luego se alejan, viene Dios en rescate a Su Pueblo, y después éste mismo pueblo o su descendencia se aleja de su Dios. Pero es hermoso y cabe mencionar el hecho de que Dios ha dicho que con nosotros haría algo distinto, en Jeremías 31 nos habla que haría un pacto nuevo y distinto, en que nunca nos abandonaría, y que además pondría Su temor en nuestros corazones. Sería como el pastor, que carga en sus brazos a sus ovejas, sabiendo que ellas son incapaces, porque nadie puede jactarse de serlo, ya que el evangelio de Cristo, es el “evangelio de los incapaces”, es la promesa de Dios para aquellos que simplemente no son capaces de poder dar un paso “firme” sin la ayuda de Dios, es el estilo de vida de las personas que sienten que van a caer si por algún momento dejan de poner su confianza en Aquél que los llamó...
Ahora, éste es un momento para recapacitar, de cerrar nuestros ojos y recordar; ¿qué cosas ha hecho El Señor Jesucristo en mi vida? ¿Recuerdas quién y cómo eras antes de que Cristo viniera a tu vida? Probablemente si eres una persona que desde pequeña has estado en una iglesia cristiana o bajo la cobertura de padres que aman Al Señor no sea lo mismo de alguien que “conoció” el mundo (porque simplemente nadie nace conociendo Al Señor Jesucristo, aunque haya sido concebido en pleno culto). La Biblia habla en Apocalipsis 2:4-5 :
“Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor. Recuerda por tanto de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré presto á ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.”
Muchas veces nos sucede lo mismo, de repente, volteamos hacia atrás, pero solamente un poco, y vemos cuánto hemos avanzado en ésta carrera, y turnamos nuestra mirada al frente, levantamos nuestro cuello, inflamos el pecho, y creemos que todas éstas cosas han sido un producto de nuestro esfuerzo, de nuestra piedad, de nuestras buenas obras... vaya, creemos que hemos sido nosotros quien ha hecho ésta obra sobrenatural. La situación de la iglesia de Éfeso era parecida, ellos se habían vuelto ortodoxos, simplemente litúrgicos, hacían las cosas, acciones, etc. pero nada de amor. Y es que Cristo nos exhorta al hecho de que el amor es nuestra distinción, es simplemente la bandera que nos ha de identificar como sus seguidores. La pureza, la santidad, la moralidad, son consecuentes a ésto, mas son un mero cascarón. Los fariseos tenían todas éstas cosas, pero El Señor les dijo en Juan 5:42 “Mas yo os conozco, que no tenéis en vosotros”. El Señor declaró a sus discípulos en Juan 13:35 que su sello sería el amor que se tienen entre ellos... Y así también nosotros, muchas veces, podemos demostrar piedad, buenas obras, un bonito trabajo, podemos incluso ser aplaudido por los hombres, mas cometemos el catastrófico error de mirar al frente con el cuello levantado creyendo que nuestro esfuerzo, nuestras oraciones, ayunos, devoción, cuidado, etc. han sido los que nos han llevado hasta donde estamos. Pecamos de tener miopía espiritual, porque nuestra mirada se limita a lo cercano.
Estando en ésta situación, El Señor les dice a los cristianos de la iglesia de Éfeso, que se acuerden de cómo eran, El Señor nos insta, a que, cuando lleguemos a un punto de nuestro caminar en Cristo, miremos aún más allá, y lo veamos a Él, que recordemos el momento en el cual Cristo nos encontró. Que recordemos el momento cerca a la cruz, cuando destrozados, con un corazón hecho trizas, con una vida totalmente aborrecible delante de Dios, miramos a la cruz, y rogamos por misericordia, tan sólo por una oportunidad, para ser agradables delante de Dios, que recordemos que Dios no nos negó, que no nos echó fuera, sino que con grande amor nos dijo “Te estuve esperando”, y que, extendiendo Sus brazos de amor, cual padre amoroso como hace referencia en Lucas 15, nos puso manto de perdón, nos coronó de gloria en Cristo y nos permitió ser partícipe de Sus hermosas bendiciones.
¿Lo recuerdas? ¿Eres capaz de tener en tu memoria las épocas en las que negabas a Dios, donde lo rechazabas como si él hubiera sido tu peor enemigo? ¿Recuerdas todo ese dolor que pasaste sin Él? ¿Puedes recordar el gozo que sentiste cuando pudiste experimentar la salvación de tu alma? ¿Tus oídos aún son capaces de escuchar el crujir de las cadenas siendo rotas por El Espíritu de Dios al entrar en tu vida y trasladarte de las tinieblas al Reino del Hijo de Dios? Si es así, damos Gloria a Dios. Porque es sumamente importante darnos cuenta de éstas cosas. Que cuando lleguemos a un momento de nuestro caminar, y hayamos visto un avance, veamos el inicio, el trayecto, y seamos capaces de ver la mano del Señor acompañándonos en TODO momento, recordando Su promesa en Mateo 28:20, de que Él estaría con nosotros todos los días, hasta el fin del mundo y no olvidando las palabras del Apóstol Pablo en 1 Corintios 4:7 “Pero,¿quién te distingue?¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿porqué te glorías como si no lo hubieras recibido?” . Pablo les dice a los de la iglesia de Corinto, que recuerden que si algo tienen, si algo reciben, al igual que Santiago lo afirma, lo han recibido de arriba, como una Gracia, y no como un pago. Recordemos pues, que delante de Dios, nuestras justicias, son, delate de Dios, como trapos de inmundicia (Isaías 64:6), delante del Señor y creador, cualquier intento por ser agradables delante de Él, cualquier obra que haga el hombre para poder quedar bien delante de Él, es un atentado directo a querer superar la Gloriosa obra de Su Hijo en la cruz... es simplemente el peor error que podemos cometer, por eso es que lo necesitamos a Él, y a su obra, porque es nuestra carta de presentación delante de Dios, porque simplemente no podemos ser bien vistos delante de Dios por nuestra propia cuenta, ante un Dios Santo, cualquier obra que hagamos, será manchada con nuestra injusticia y la vanidad de las intenciones de nuestros corazones. Sólo la obra gloriosa del Hijo de Dios, perfecto, hecho más sublime que los cielos, y la sangre que purificó los cielos mismos, es eficaz para presentarnos perfectos delante de Dios. No somos nosotros, es Él.
Si en éste momento recordaste éstas cosas, y fuiste capaz de reconocer tu falta de capacidad para caminar solo en tu caminar como cristiano, y puedes ver la obra de Tu Señor, sigue confiado en Él, porque es lo que Dios pide de nosotros, que confiemos en Su Poder, en Su Providencia y que Su Mano no se apartará. Y si no lo has hecho, por favor, regresa a la cruz, recuerda todas éstas cosas, y mira por tí mismo la gracia que ha tenido Dios para contigo. El sólo hecho de pensar que Dios nos tenía en Su mente desde la Eternidad, y que ahora has regresado a Su Mano y que NADIE te podrá apartar de su amor (Romanos 8:38-39), es un motivo suficiente como para celebrar cada día de nuestras vidas, de gozarnos y llenarnos de júbilo y permanecer asidos a la mano de Su Gracia, porque sus fuerzas son las que nos salvaron y serán sus fuerzas y Su propio Mérito el que nos llevará en éste caminar duro hasta nuestra Patria Celestial. El Señor no nos salvó para simplemente dejarnos después solos para llegar al cielo. Si no fuimos capaces de salvarnos, ¿cómo seremos capaces de llevarnos al cielo? El hecho de que tengamos Su Espíritu es la muestra de que nosotros no somos quien está haciendo ésta obra, es Cristo mismo obrando cada día y transformándonos a Su Imagen cada día, en cada respiro, en cada suspiro, en cada lágrima, en cada experiencia, en cada resbalón, en cada momento, Su Espíritu nos lleva paso a paso, a parecernos más a Aquél que murió en una cruz, para traernos de regreso a nuestro hogar. Por eso debemos procurar hacer siempre memoria de éstas cosas, y no dejar que las cosas que vemos, que hacemos o hemos dejado de hacer, traigan vanidad a nuestro corazón o que hagan subir a nuestras mentes el hecho de nuestra “suficiencia”, sino que en todo momento, veamos las huellas de nuestro Poderoso Salvador caminando junto a nosotros, y que, como dice esa hermosa reflexión, que cuando veamos sólo un par de huellas, que no creamos que vamos solos, que es nuestro hermoso Señor, que nos lleva cargando, como ovejas, junto a su pecho, que no permite escuchar el palpitar de Su Glorioso corazón, que en cada latido nos deja escuchar un penetrante y profundo “Te amo, nunca te dejaré y nunca te desampararé”, que no estamos solos, Su bien y su misericordia nos acompañarán siempre y un día, estaremos perpetuamente con Él, conoceremos a quien amamos sin haber visto, y ese día... será glorioso, indescriptible, pero mientras tanto.... regresemos a la cruz, y veámoslo a Él, fuente de salvación Eterna... a quien te amó sin que tú lo conocieras. ¡Gracias Cristo, eres nuestro Amor!
Gracia y paz sean sobre sus vidas.
Más estudios y reflexiones:
http://temasselectoscristianos.wordpress.com http://sirkerberosworld.blogspot.com
Con amor en Cristo.:
Hno. Luis Huerta
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