Sigue la profecía en su cumplimiento y no nos queda más que resignarnos a que se haga la voluntad de Dios sobre el castigo a este pueblo idólatra y amador de las cosas sin esfuerzos. Que pidieron como pidió Israel, que le quitaran cada vez a quienes les dirigían como nación para buscar lo fácil y gratuito sin la labor del trabajo. Cada vez que había un gobernante, querían sacarlo y le traicionaban; se jactaban de tenerlo todo, de ser una nación muy rica y menospreciaban, por ejemplo a los colombianos tratándolos de ladrones e iban a Colombia a echarle en cara a los colombianos, del valor de su moneda. He aquí que la palabra de algún profeta se cumplió y las cosas se han invertido: ahora una es más poderosa en economía que la otra; las guerrillas han surgido como profetizamos y ahora los ladrones y la inseguridad están acá, más que allá.
Dios castiga las palabras y acciones de los bocones que no teniendo temor de Dios, desconocen el poder de la palabra.
En la jornada electoral de ayer, vi a cristianos que atendían más la política que a Dios, habiendo oído advertencia de que muchos son más chavistas que cristianos.
Ciertamente, como dice la Palabra, Dios atontece a los líderes y de una nación para que el curso de Su castigo siga en vigencia como sigue en la Cuba de hoy.
¡Venezuela, Venezuela
Aún cosas más fuertes has de pasar en que Nabucodonosor siga en pie.
¡Ah pero aunque aún la propiedad privada esté en peligro, habran de decir los fieles a Dios y Su profecía: Aún se comprarán casas, heredades y viñas en esta tierra (Jeremías 32:15)
porque nada hay difícil para Dios (Jeremías32:27) porque aunque no entendamos, sigue en vigencia la bendición dentro de la maldición (Jer 27:11)