Qué bueno está el título.
Gracias Señor porque mis pecados no son más grandes que tus misericordias, en Tu sangre derramada aún me dejas lavar mis ropas, y las mentiras y la culpa para alejarme de ti quedan sepultadas con Tu amor y consolación.
Gracias Señor por haberme sanado de la garganta nuevamente en Tu presencia mientras cantaba que Tu sangre me limpiaba las imperfecciones, me has mostrado que Tu perdón es inmenso, y Tu propósito mayor que mis errores. A ti sea el loor, la alabanza y la gloria de parte de todos los hombres de la tierra. Bendito sea Tu nombre Señor Jesús, gracias.
(Testimonio: Por flojera espiritual y rebeldía descuidé la oración, un poco mi vida espiritual y además me empezaron a dar malestares de fiebre con dolor de garganta, ayer cantando alabanzas a Dios sobre Su sangre Él me perdonó y sentí que un pus gaseoso se salía por mi boca y se me quitó el dolor, Dios es grande)