En semana Santa, me acosté un día y comencé a ver demonios con los ojos cerrados, luego tuve un sueño, vi un grupo orando, de ese grupo me llamo la atención una señora vestida de claro, con una estola blanca, una señora de 55 años más o menos, elegante, luego en el sueño vi una casa, había en esta una señora acostada, mi sentir fue que estaba enferma, esta señora tenía más o menos la edad de la otra, quizás familia, de repente un hombre que vi cómo se le metió un demonio dentro y este señor comenzó a transformarse, fue y violo a la señora enferma, luego vi como llegaba la señora que estaba orando al parecer el hombre era su esposo eso fue lo que sentí, ella hablo con él y se puso en el balcón a contemplar la calle, el sentir que tuve sobre esta señora cuando la vi en el balcón fue que tenía discernimiento espiritual, ella estaba hablando de espaldas con su esposo y en un momento miro para atrás, a él se le comenzó a transformar su cara y ella al percatarse, le dijo que se alejara y como pretexto le dijo mira ahora recordé que tengo un mensaje muy importante que dar, regreso pronto y se fue corriendo, cuando esta señora se fue, se quedó el hombre en la sala o habitación y llego la señora violada, se sentó en un banco al lado del señor parado y le decía a él, yo quiero más y él le decía, no tengo más, tengo que esperar a que él quiera y ella le dijo dame instrucciones.
Este sueño hermanos tiene un fuerte contenido espiritual, yo no lo sabía, le mande el sueño a un hermano en Costa Rica- Daniel Zelaya , que el señor le dio el don de interpretación de sueños y este hermano al leer sintió dolor y quebranto al comprenderlo, el sueño es de Dios hermanos, Hay que Orar por la iglesia hermanos, la mujer enferma es la iglesia, el hombre que la violo aun estando enferma, son los predicadores de falsas doctrinas, la señora que tenía discernimiento y le decía que se alejara son los hermanos que aun buscan la sana doctrina, la mujer a pesar de ser violada sigue pidiéndole instrucciones al violador, así son las iglesias de hoy en día, hay que orar por la iglesia.
Bendiciones.
Sara Aspuru-Cuba.