A fines del 2009 tuve un sueño que me inquietó en ese momento.
Durante todo el 2008 el ministerio de mi esposa y mío había sido muy bendecido, se había visto fruto, señales y una guía muy especial por parte del Señor. El 2009 en cambio había sido un año de mucha lucha espiritual y ataques por parte del enemigo, ataques de los que el Padre nos había sacado victoriosos.
Más o menos en Noviembre del 2009 yo había comenzado a hacer una planificación de lo que sería el 2010, eso incluía planes para el ministerio y para mi vida personal.
En una noche de Diciembre del 2009 desperté inquieto por el sueño que tuve, en el sueño me encontraba en la acera de un templo, sabía que no era un templo católico, era evangélico, pero su arquitectura le hacía parecerse mucho (se entraba por unas escaleras, tenía el techo muy, muy alto del cual colgaban elaboradas lámparas, tenía torres la nave principal era mucho más larga que ancha, tenía bancas de madera en medio de las bancas un pasillo con una alfombra roja y al final de éste una mesa que asemejaba un altar, sus ventanas eran angostas y altas y sus cristales eran de vidrio catedral, muy limpio y daba la apariencia de ser nuevo) estaba yo algo apurado, pero no se por qué, entonces llegó mi mamá caminando muy despacio sin mirarla mucho la saludé y le di mi brazo para ayudarla a subir las escaleras y entramos al lugar. En la puerta encontré a un colega de trabajo (que no es cristiano) muy contrariado y enojado, me sorprendió verlo en un templo, debido a que no es un hombre cristiano ni siquiera religioso, ‘Don Jorge’ le dije ‘¿qué hace aquí?’ él me respondió enojado ‘Acá don Igor, esperando, realmente no se puede con lagente, no llegó nadie, eran doce y ninguno apareció, ya va ser hora de irnos y nadie ha aparecido’ sentí tanta pena por la desasón de mi colega que tomé aliento para decirle ‘pero don Jorge, no se preocupe yo voy con usted’, aunque en realidad no sabía dónde ni para qué estaba yendo Jorge, sin embargo antes de decir una palabra volqué a mirar a mi madre y la vi flaca, famélica, envejecida y con una expresión de profunda tristeza, como nunca antes la había visto, temblaba de frío y se cubría los hombros con una manta de lana azul marino, su pelo estaba más encanecido de lo normal y sus ojos aguados. Sentí que el corazón se me encogía y abrazando a mi madre por los hombros le dije a Jorge: ‘Lo siento don Jorge, ahora no podré ayudarle debo estar con mi madre’, el calmando un poco su enojo me dijo ‘entiendo don Igor’ y salió por una puerta lateral, subió en un pequeño camión blanco y se fue.
Me impresionó la imagen de mi madre y el profundo pesar que me causó el saber que ninguno de los supuestos 12 cumplió su compromiso de estar en ese lugar a la hora indicada. Casi de inmediato relacioné a los 12 con las personas que asistían a mi célula pero aún me intrigaba saber qué quería decir el sueño, en esa época comenzaron las actividades de todos por las fiestas de fin de año así que decidimos darnos un receso. Durante el receso yo me enfermé y tardé bastante en sanarme, paralelamente cada uno de los que asistían a la célula encontró algo que le impidió volver a reunirse, por ejemplo una hermana que no tenía trabajo y oraba por uno empezó a trabajar en las noches, otra se mudó a otra ciudad también por trabajo, otros que no se congregaban comenzaron a congregarse y las actividades de su nueva iglesia se cruzaban con las de la célula, otros se involucraron en otros ministerios, otra se mudó muy lejos y así. Lo que me ha servido de consuelo es que ninguno se fue al mundo y de hecho la mayoría se fue porque sus oraciones fueron respondidas.
Ayer meditando sobre esto me puse a pensar si quizá debí hacer algo cuando el Señor me mostró que esta gente se iría, también me pongo a meditar sobre el resto de las cosas que vi en mi sueño ¿ha sido mi actitud muy resignada y pasiva?, cuando Dios le mostró a Elí a través de Samuel que sus hijos iban a morir y que el pueblo iba a estar en derrota el respondió ‘él es Jehová haga como él quiere’, lo lógico hubiese sido que Elí rompa en clamor y pida perdón a Dios y clame por misericordia para con sus hijos, pero no lo hizo. Hace una semana me pasó algo similar, en cuestión de dos días si no descargaba una cantidad de dinero pues debía pagarlo en impuestos, yo hice lo que estuvo en mis manos dentro de lo legal para reducir el monto a pagar pero aún así no alcanzaba ni a la mitad de lo que debía descargar así que tuve que pagar una cantidad que para mí es muy fuerte, me quedé tranquilo de no haber hecho nada fuera de la ley pero no fue hasta ayer que me di cuenta que no clamé a Dios por ayuda, quien sabe si lo hubiese hecho hubiera el obrado un milagro como el de la moneda en la boca del pez.
Ruego a Dios que me permita interpretar correctamente lo demás del sueño y no morir sentado como Elí.
Un abrazo
Igor