Saludos y bendiciones abundantes... les comparto éste tema, esperando que Dios se vea glorificado en TODO y por TODO.
Cuando lo sencillo se vuelve ENORME...
Bendiciones sobreabundantes en Cristo Jesús.:
"Pasando
otra vez Jesús en una barca a la otra orilla, se reunió alrededor de él
una gran multitud; y él estaba junto al mar. Y vino uno de los
principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se
postró a sus pies, y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está
agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá.Fue,
pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban. Pero una
mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre, y había
sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada
había aprovechado, antes le iba peor, cuando oyó hablar de Jesús, vino
por detrás entre la multitud, y tocó su manto. Porque decía: Si tocare
tan solamente su manto, seré salva. Y en seguida la fuente de su sangre
se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote. Luego
Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él,
volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos? Sus
discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién
me ha tocado? Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto.
Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había
sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad. Y
él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote."(Marcos 5:21-34)
Me
impresiona el modo en que se lleva a cabo éste hermoso relato Bíblico,
enfatizándome en el de la mujer con flujo de sangre. La Palabra dce que
fue junto al mar, con una multitud, probablemente las personas de ese
pueblo habían escuchado lo que El Señor había hecho en el pueblo de los
gadarenos, y el hecho de que dijera que era una multitud, no se refiere
a unas 10 personas, sino a muchísimas más. Me lo imagino como una
especie de mercado (los que viven en México saben a lo que me refiero)
donde el "único que atendía" era Jesús, El Señor estaba rodeado por
muchísimas personas, probablemente cientos de ellas.
No me imagino
al Salbador como a una persona "protegido" por guardaespaldas, como
algunos creen (que sus dicípulos eran guardaespaldas). Tal vez
simplemente procuraban caminar, hacia su destino, mientras cientos de
personas necesitadas de un milagro, de sanidad, de consejo los
apretujaban. Caminar, debió haber sido una labor difícil.
Es
entonces cuando entra ésta mujer, probablemente débil, cansada y sin
tantas esperanzas, la cual tal vez al escuchar acerca de Jesús, creyó
que El Poder de Dios reposaba sobre Él, no dudaba de Su Poder. Se armó
de todo el valor que tuvo y de fuerzas para pasar entre TODA esa
multitud. La Biblia no marca que ella esperaba que todos se callaran,
que le abrieran paso y que entonces "El Gran Profeta" extendiera sus
manos y orara por ella, sino que "sólo tocar el borde de Su Manto". La
diferencia grande entre ella y las demás personas, es que ella venía
cargada con algo que los demás que apretaban al Señor no tenían, la
cual hizo la grande diferencia a la hora de hacer contacto con El
Salvador: La Fe.
Ella
creyó que con sólo tocar el borde de Su Manto sería sanada. Tal vez
pensó: "El es Tan poderoso, que cualquier cosa relacionada con Él es
llena de Su Poder" y en efecto, al abrise paso entre la muchedumbre,
tocó su manto, y fue curada.
El
Señor, que conoce los corazones, pregunta acerca de éste evento, a lo
cual los dicípulos creen que la pregunta no tiene sentido, dado que
había cientos de personas alrededor de él apretándolos, pero, ésto me
hace meditar.... tal vez lo que El Señor quiso preguntar fue
"Pero, ¿quién es el que se ha acercado a mi? ¿Creyendo sinceramente en Mi Poder?" a lo cual me imagino que la mujer pudo haber pensado para sí :
"debí haberme quedado encerrada en casa. Yo sabía que las mujeres como
yo somos impuras delante de la ley, más aún.... no, creo que no estuvo
bien." Y a la verdad, si analizamos la situación meticulosamente, podríamos ver que fue
"un acto de locura lo que hizo". Siendo ella con flujo, la ley la marcaba como
impura,
y peor aún, su flujo era una enfermedad. Además de ésto, no se quedó en
casa, sino que se atrevió a salir. Después de ésto, se atrevió a
acercarse a una multitud, arriesgándose así a ser apedreada, pues
hubiera contaminado a toda aquella persona que la tocara. Se abrió paso
entre la multitud, y no sólo eso, para tocar a un Rabí, cosa que ya era
algo más fuerte, y no a cualquier Rabí, sino a un Rabí que además, era
MUY venerado, pues el pueblo lo consideraba un
GRAN PROFETA....
realmente, su atrevimiento fue más allá de lo que los judíos hubieran
podido soportar. Creo que ella sabía que se arriesgaba a morir
apedreada.
El momento se acercó,
ella con temor fue delante del Gran Rabí, y le contó la historia de su
vida, mas lo que ella ignoraba es que a quien ella le hablaba, conocía
tanto su corazón, su situación y su vida, pues era con Su Creador mismo
con quien conversaba. Ella ignoraba que todo eso, había sido preparado
para Glorificar al Padre y fue entonces que El Maestro le dijo con
amor: "Hija, vete en pa, tu fe te ha hecho salva". ¡Qué palabras!
Primero,
El Señor le llama Hija (reconociéndola como tal, debido a su fe), le
dice después que "vaya en paz", es decir "No tienes porqué temer, NADA
hiciste digno de muerte"... ¿porqué? porque ella reconoció su
condición, mas en su corazón tenía la fuerte convicción del Poder de
Aquél de quien tocó su manto, y para Dios es más importante ésto que
todos los holocaustos y ofrendas. El Padre de Amor, prefiere al leproso
con fe, que a un hombre "limpio" incrédulo.
Al final, El Señor hace
énfasis en el poder de la Fe al decirle "Tu Fe te ha salvado",
demostrando así el grande poder de creer en Aquél que vino a salvarnos.
Similar
a éste, es el caso de la mujer sirofenicia con una hija endemoniada, al
igual que el soldado romano y su sirviente enfermo.
¿Qué tienen en común?Los
tres conocían su condición, ellos sabían que eran "indignos" de recibir
algo del Gran Maestro, unos simplemente eran paganos, otros, por su
inmundicia. También, estas tres personas no pidieron mucho, sino que
antes bien,
creyeron que algo sencillo iba a
satisfacer su gran necesidad, recinociendo así El Poder de Dios, con
que, una Palabra, sólo el borde de su manto o con las "migajas", con
cosas sencillas como éstas, El Poder de Dios se desataría en Gran
manera para así, librarlos de sus azotes, problemas, angustias y
tribulaciones. Éstas peticiones, podrían ser sencillas y simples a la
vista de los hombres, pero delante de los Ojos del Que Todo lo Ve,
había una ENORME fuerza actuando detrás de ellos: La FE, atributo que
los tres tenían en común, y el cual El Señor alabó, y más aún en los
extranjeros, ya que dijo el Señor del soldado que "Ni aún en TODO
Israel había hallado TANTA Fe". Fue la Fe, la cual, actuó en algo
sencillo, pequeño, para que se hicieran grandes milagros. ¿quién podría
imaginarse que con sólo tocar el BORDE, de un Manto (es decir, tocar la
esquina de la ropa de ALGUIEN y no a la persona en sí) sanaría de un
azote que llevaba por años? ¿O que con simplemente una orden de un
Maestro, fuese a Salir u demonio? ¿que el creer que "lo que sobre"
puede sacar el demonio? ¡Caray! Unos dirían "con qué poca cosa se
conformaban", pero no vemos que esas cosas pequeñas estaban movidos por
una convicción tan grande como una Montaña, y fue por el tamaño de Su
Convicción por la cual éstas cosas sucedieron, y fue conforme a esa
medida, el milagro que recibieron. Gloria sea Al Dios de los Siglos en
Cristo Jesús, Amén!
Que El Señor nos dé una Fe tan grande como
la de éstas personas, para que aprendamos a vivir conforme Su Buena
Voluntad dicte para con nosotros.
Que la Gracia, El Amor y la Misericordia del Señor Jesucristo esté con ustedes.
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