Oh Dios mío. Señor Eterno Todopoderoso.
Vemos como los hombres se matan unos a otros
cuando pudiéramos vivir en paz y en armonía en este planeta que es la casa que nos diste.
.
Tanta violencia. Tanto odio.
hasta viniste Tú mismo como un mortal más
y te mataron...
Oh Señor
Somos tercos y no volvemos a Ud nuestra mirada. Nuestrros
sentidos están puestos en nuestra propia voluntad.
No entendemos Tus mensajes:
Nos dijiste que habría señales en la tierra y en los hombres
acerca de la proximidad de Tu llegada y lo primero que Te pedimos es
que quites esas señales como quien dice que un autobús de tal color y cual forma vendría a buscarnos y al llegar lo rechazamos como evitando que llegues. Seguimos como Pedro sin entender tus misterios cuando
le hablaste de lo que te pasaría y él pidió que nunca nada te pasara.
Seguimos sin entender que también hubo buena intención en Uzá al evitar que el Arca callera al suelo.
tratamos de evitar que vengas para que nos dé tiempo de arreglar el mundo al que, según Tu reloj le quedan segundos antes de ser quemado como Sodoma. No entendemos ni queremos entender que Sólo Tú tienes el absoluto control de todas las cosas y que sólo debemos hacer el bien nosotros y decir
¡Ven Señor Jesús y que toda tu iglesia diga ¡Ven!
aunque no falte el Pedro no inspirado que diga No vengas todavía
¡Hágase Señor Tu voluntad conforme a Tu gran misiericordia y
perdónanos...somos simples mortales y no sabemos bien
lo que hacemos.
El Espíritu Santo y la esposa del Cordero dicen: «¡Ven!» Y el que escuche, diga: «¡Ven!» (Apoc 22:17