Después que me bauticé, definitivamente los cielos fueron abiertos sobre mí, he tenido muchos episodios, últimamente A DIARIO en que siento la manifestación de alguna enfermedad, y declaro la palabra de Dios en relación a las llagas de Cristo, que es ilegal en mi cuerpo o que Jesús llevó mi maldición, o que tengo autoridad sobre todo poder del enemigo, etc. y entonces, cuando declaro la palabra, el Espíritu Santo viene sobre mi y me sana ¡De inmediato!
Pienso que Dios me está ejercitando la fe, pues antes de declarar la palabra, no siento nada de fe sobrenatural y sin embargo al declarar la palabra Dios viene y me sana; por ejemplo siento dolor de garganta muy fuerte, o malestar de debilidad, y hasta me dio dos días seguidos un fuerte dolor en los testículos que me dificultaban caminar; entonces declaro en voz alta la promesa de Dios u ordeno a Satanás a que se aparte de mi, y el Espíritu Santo me hace sentir Su presencia, con ganas de llorar, inspirándome a adorarle, me tiembla el cuerpo rápidamente mientras siento que estoy siendo reconstruido por dentro, me ha sucedido muchas veces, y TODAS las veces Dios me sanó en el acto.
¡Aleluya!
Todos los días tengo un testimonio nuevo, hoy sentí esto, hoy el Señor se manifestó así...
Ayer me sentí asediado, sentía en mi espíritu el ataque de una enfermedad (es raro, pero es una sensación espiritual de que sé que me atacarán con enfermedad) entonces me puse a orar, le doy gracias al Espíritu Santo por dirigirme e insistirme en orar mediante ese sentir, entonces después de unos minutos se empezó a manifestar en la carne la enfermedad mediante fuerte dolor de garganta y malestar, y empecé a declarar la Palabra, seguía sintiéndolo y ya habían pasado unos minutos y me pareció raro que no se apartaban los síntomas y seguía sintiendo
esa alerta en mi espíritu.
Entonces me rendí y le pedí ayuda al Señor y empecé a alabarle con espíritu contrito y humillado, aunque sé que ese es el Espíritu Santo intercediendo de esa manera a través de mí, y vino la presencia de Dios y me sanó, se fueron todos los síntomas.
¡Gloria a Dios!
Dios me confirma el llamado a servirle en este ministerio, hace unos días me monté en una camioneta y se montó un cristiano a vender bolígrafos con versículos bíblicos, diciendo que había sido drogadicto y ladrón y Dios lo había sanado en una institución cristiana; dijo que estaba trabajando recolectando dinero para la institución porque de gracia había recibido y debía dar de gracia. Se me encendió la oreja espiritual cuando escuché esto, el Espíritu Santo me remarcó esas palabras y entendí que muchas veces he sido sanado de gratis, debo orar, predicar y trabajar para que otros reciban sanidad de parte de nuestro Señor Jesucristo, a quien sea toda la gloria, toda la honra, el honor y la alabanza.
Él es el único que tiene el poder y Él es quien compró nuestra sanidad, pero si no escuchan que hay un Médico que nos quiere sanar, no pueden recibir por fe esa promesa, en tal sentido, hay ue predicar a Cristo.