¡El ser humano!
Puede sentir con su tacto, mediante sensores nerviosos en su piel. Lo diseñó Dios. Puede sentir sabores al comer y, al hacerlo, los alimentos pasan a su estómago aunque esté cabeza abajo...así lo diseñó Dios...Puede hacer muchas cosas; entre ellas, hablar y lo hace mediante una extraña fisiología en que algunas cuerdas con la acción del aire, primero pasa a sus pulmones y de vuelta, como una guitarra o una trompeta...suenan. Es, en fin un sistema de órganos que interaccionan entre sí y así funciona. Cree tener el dominio de todo y se ha distanciado de aquel que lo diseñó y creó.
No sabe ni cómo habla y parece olvidar que sus días son cortos sobre esta tierra; pero insulta con sus palabras, golpea con sus puños y mata con alevosía como creyendo eterna su existencia. Tantas veces Dios le dijo que no hiciera algo y siempre terminó haciéndolo; igual ha terminado no haciendo lo que le dijo hiciera. Estúpidamente crea armas no para matar a seres extraterrestres que vengan a hacerle mal, sino a sus propios hermanos del planeta. Esto, mientras los seres extraterrestres que vienen a destruir, robar y matar les usan y alimentan en su mal camino. El hombre siempre busca a su verdadero enemigo entre sus propios hermanos y en su propia dimensión, mientras en los aires fuera de carne y sangre está su verdadero y gran enemigo.
¡Si por algunos instantes pensara en su verdadera condición de ser una máquina que como un carro comienza por ser nuevo, se deteriora con los años y pronto se vuelve chatarra! ¡Por qué no piensas al volverte arrogante y vanidoso que día a día te sientas en una poseta y notas que aún los más exiquisitos y vistosos manjares en ti se vuelven porquería desecha que ni siendo una miss, una reina o rey de este proceso te liberas!. ¿Sabes que no en un día por venir sino en una eternidad por venir el buen hombre y la buena mujer que dependieron de los mandamientos del Dios Altísimo, dejarán de tener este proceso en un cuerpo glorificado?