Habìa una mujer de unos 40 años situada en la fila delantera de donde me encontraba sentado en la iglesia, a 3 puestos a la izquierda. Cada vez que habìa un momento de alabanza u oración, ella empezaba a danzar de una manera jocosa y hasta graciosa, pero no paraba y eso me distraìa, porque aunque no quisiera verla, por visiòn perifèrica la observaba. A veces estos movimientos me parecìan sensuales, pero creì no sè, que era mi mente corrompida y que la hermanita estaba haciendo algo que si bien no se veìa bien, ella lo hacìa para Dios.
Recordè una visiòn que tuve mientras oraba una vez: Veìa esta iglesia y cosas malas en ella, una detràs de otra, eran como 7 cosas y entre ellas habìa un hombre que danzaba en pleno serivicio, para invocar con su danza a un ser poderoso, que no era Dios precisamente; tambièn estaba màs adelante un hombre sentado y concentrado en el servicio, mientras una mujer detràs de èl le imponìa las manos en la cabeza sin tocarlo, haciendo movimientos como para embrujar su mente, cuando estaba mirando esa escena la mujer se volteò a mirarme y como que se asustò porque fue sorprendida y me lanzó una mirada de amenaza.
Volviendo a la realidad, en el servicio, el pastor hizo un llamado a ministrar, que alzàramos la mano y cerràramos nuestros ojos y el Espìritu Santo señalarìa a algunas personas que serìan llamadas a un ministerio en la iglesia, el mismo pastor decìa que sentìa una unciòn muy fuerte y que cosas grandes sucedìan cuando sentìa eso; yo cerrè mis ojos mientras aquella mujer se esforzaba con su danza parecida a la de un buzo nadando en forma vertical para hundirse, pero al cerrar los ojos no sentì la presencia del Espìritu Santo, me incomodò que esa mujer hiciera eso y tuve una visiòn en que una mano envuelta en fuego querìa sujetar mi mano. Al principio pensè: quizàs es el Espìritu Santo y es lo que dice el pastor sobre el llamado, pero esa mano me di cuenta que era del DESTRUCTOR porque no me sentìa còmodo, y cuando abrì los ojos la mujer tenìa las manos juntas formando un triàngulo con sus dedos, y estaba imponiendo sus manos a la congregaciòn y girando como un ventilador, girè hacia ella para mirarla de frente y en ese momento ella volteò su cuerpo y apuntò sus manos hacia mi y se detuvo, abriò los ojos (casualidad ademàs que los tenìa cerrados) y me mirò con rabia y luego se volteò.
No supe què hacer, y por temor a Dios no me atrevo a decir de frente que esa mujer estuviese siendo ministradora del maligno, pero quisiera que me ayudaran en esto, porque no es la primera vez que lo veo y me està preocupando. Tambièn me preocupa volverme paranoico con eso de ver la mano del diablo en cualquier lugar.
Dios los bendiga.