Son famosas las pirámides egipcias porque contienen los cuerpos momificados de los antiguos potentados egipcios.
La abadía de Westminster, en la ciudad de Londres, Inglaterra, es renombrada porque en ella descansan los retos de los nombres y notabilidades inglesas.
El Cementerio de Arlington en la ciudad de Washington, Distrito de Columbia, EE. UU. es reverenciado porque es el honroso lugar donde descansan los restos de muchos americanos prominentes.
Entre la tumba de Cristo y estos lugares que se acaban de mencionar existe una diferencia tan grande como la que existe entre la noche y el día. Estos lugares son famosos y atraen visitantes de cerca y de lejos por lo que contienen; mientras que la tumba de Cristo es famosa por lo que NO CONTIENE.
Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. --Romanos 8:34
y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. --2 Corintios 5:15
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mi, aunque este muerto vivirá. --Juan 11:25,26
Y Dios que levantó al Señor, y también a nosotros nos levantará de con su poder. --I Corintios 6:14