Uff tuve una prueba del Señor muy grande, y Él merece la gloria y la honra porque fue mi rescate en tiempo angustioso, y me dió más abundantemente de lo que yo esperaba.
Dios me fue llevando a una situación bien dificil con mi trabajo de grado para culminar mi carrera, fue Dios quien lo hizo no Satanás. Lo sabía porque eran cosas demasiado obvias como el servir a Dios por encima de hacer las cosas de mi carrera, pues el Espíritu Santo me tomaba y me daba palabras de alabanza o ganas enormes de servirle cuando más tenía que estar estudiando. Un día tenía qu ehacer un montón de cosas y ya era tarde para hacerlo así que tenía que implorar a Dios que me lo aceptaran aunque lo entregara tarde (y aún no lo había hecho) estaba muy cansado y tuve una manifestación del Espíritu Santo para que me acostara a dormir. Lo hice y gracias a Dios pude descansar confiando en Él porque los 3 días siguientes casi no pude dormir haciendo tareas hasta la madrugada, y lo que iba a hacer aquella noche probablemente hubiese sido rechazado. ¡Gloria a Dios!
Pero así fueron todas las cosas, la gente me preguntaba que por qué estaba yo tan tranquilo, por qué no me estresaba si tenía que hacer tantas cosas, el secreto es el Señor.
Así, un día me mostró el Señor en sueños que caminaba por un lago en seco, y supe que esos eran 3 problemas fuertes entre los cuales estaban mi trabajo y mi graduación.
Bueno, el problema se fue solucionando, pero al final me pedían para culminar el informe de trabajo de grado un presupuesto que recibí de mi tutor académico, pero él luego me dijo que esa información no era la correcta, que le colocara encima otros precios. Eso es falsificación y mucho juicio vino a mi mente, si yo conozco mi llamado a servir al Señor voy a estar siendo infiel en lo poco? Voy a falsificar documentos? Oré mucho y pedí a Dios un rescate, una puerta de "Exit" para que me librara de hacerlo. Pero de Dios no vino nada en forma de visiones o cricunstancias, así que me sentía muy mal, pronto iba a presentar el proyecto y casi que toda mi familia iba a estar alí, mis jurados me pidieron esa información de manera muy exigente y no tenía de dónde sacar la verdadera, y si no la presentaba me podían hasta reprobar. Pedí mucho al Señor que no permitiera que mi madre y mi familia fueran deshonradas si llegaba a salir mal por ese documento que me faltaba.
Al final Dios no dijo nada (Eso creía yo) y dos días antes le dije al Señor: Bueno Señor, pase lo que pase yo no voy a falsificar ningún presupuesto, así me rerpueben y no me gradúe, así mi familia pase pena, así mi tutor se moleste y me regañe yo no lo voy hacer. Lo dejé en Sus mano recordando que tenía que someterme al Espíritu para recibir Sus promesas.
El día de ayer presenté mi trabajo de grado, fue un día que desde la mañana me sentí muy mal por lo que podría pasar. ¡Me preocupé tanto que ignoré que Dios me había estado hablando muchas veces!
Pero todo todo todo salió bien, más que bien... No me pidieron el presupuesto, mi tutor no se molestó, mi familia no fue deshonrada y obtuve la calificación más alta.
¡La gloria sea para tí Señor que me rescataste del fuego y me bendijiste abundantemente!
Desde días antes el Señor me puso muchas palabras al frente, como Guarda mi ley, cosas así. Creo que el más fuerte lo recibí un día antes en un papelito, lo metí en mi bolsillo para un minuto antes de la presentación releerlo y orar con el mismo propósito (pero con otras palabras) al Señor, más no entendía qué tenía que ver. Pues después al tiempo lo saqué ya celebrando, y al leerlo entendí, que Dios todo ese tiempo me estaba dando la puerta de rescate, guardar Sus mandamientos:
Salmo 119:
1 Felices los que se conducen sin tacha
y siguen la enseñanza del Señor.
2 Felices los que atienden a sus mandatos
y le buscan de todo corazón,
3 los que no hacen nada malo,
los que siguen el camino del Señor.
4 Tú has ordenado que tus preceptos
se cumplan estrictamente.
5 ¡Ojalá yo me mantenga firme
en la obediencia a tus leyes!
6 No tendré de qué avergonzarme
cuando atienda a todos tus mandamientos.
7 Te alabaré con corazón sincero
cuando haya aprendido tus justos decretos.
8 ¡Quiero cumplir tus leyes!
¡No me abandones jamás!
33 Señor, enséñame el camino de tus leyes,
pues quiero seguirlo hasta el fin.
34 Dame entendimiento para guardar tu enseñanza;
¡quiero obedecerla de todo corazón!
35 Llévame por el camino de tus mandamientos,
pues en él está mi felicidad.
36 Haz que mi corazón prefiera tus mandatos
a las ganancias mal adquiridas.
37 No dejes que me fije en falsos dioses;
¡dame vida para seguir tu camino!
38 Confirma a este siervo tuyo
las promesas que haces a los que te honran.
39 Aleja de mí la ofensa que temo,
pues tus decretos son buenos.
40 Yo he deseado tus preceptos;
¡dame vida, pues tú eres justo!
¡Gloria a Dios!
¡Gracias Señor! Eres Fiel!
También entendí esto:
Mateo 4:1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo
Así que el Espíritu me llevó a esa situación para ser tentado por el diablo, yo lo llamo la prueba del Señor porque Él me dirigió allá y otro fue el que me aplicó las preguntas, pero al final Él certificó!
En los cielos hay celebración
En la tierra fiesta se escucha
Cantan los ángeles gloria a Dios
Mientras los hombres gritos y borracheras anuncian
No saben la gran salvación
Que el Señor mi Dios ejecutó
Cuando en Su grandeza con Su poder me alivió
Del desierto y la prueba de la cual me libró
Alabado sea mi Salvador
Quien Su vida por mi dió
Y aún más Su Espíritu envió
Para librarme del lazo del cazador.